viernes, 25 de octubre de 2013

"Sobre la cuestion del sentido de la vida" ( 1 )

"La pregunta de fondo que orienta esta reflexión es la de cómo encarar la cuestión del sentido de la vida desde la perspectiva de una persona no-creyente. Tres son los pasos centrales en que desarrollo una posible respuesta y a ellos aluden las nociones de ambigüedad, disolución y latencia que figuran en el título. El primer paso consiste en mostrar que la expresión “sentido de la vida” posee más de un significado y que de ello se siguen consecuencias no menores. Distingo entre a) sentido como finalidad externa, b) sentido como coherencia interna, c) sentido como importancia y d) sentido como dirección, para luego examinar las relaciones que cabe establecer entre esas acepciones. En un segundo paso, inspirado en el aforismo 6.521 del Tractatus (“La solución del problema de la vida se trasluce en la desaparición de este problema”), intento mostrar que la pregunta por el sentido de la vida puede dejar de preocuparnos, si en su lugar ponemos la pregunta por la vida buena: ¿cómo debiera uno vivir para llevar una vida lograda o feliz? El problema del sentido de la vida no recibiría entonces una solución; hablar de disolución resultaría más adecuado. Ahora bien, para entender correctamente —y no en clave positivista— la idea de la disolución, formulo y desarrollo el tercer paso: la pregunta por el sentido nunca desaparece del todo, sino que se mantiene siempre latente. La pregunta siempre se podrá volver a plantear, solo que ahora de un modo muy particular: sin demandar una respuesta. Es esta la experiencia del asombro, en la que me detengo hacia el final del trabajo."
Dios permita, que pueda asistir a esta conferencia, que aunque está orientada "desde la perspectiva de una persona no-creyente", me parece muy interesante para los que estamos -EN la Fe.
Desde "el no-creyente", mirando el "sentido de la vida".
El no-creyente tiene un horizonte desde el cual "ve" las cosas. En este caso la "cosa a ver" es " la vida". Al estar en este horizonte de comprension-no creyente, le imprime a las cosas vistas un sentido, que es como una flecha que atravieza la cosa, la vida y la lleva de vuelta a su horizonte de vision.
Para mi pues, la vida tiene su sentido(flecha que la atravieza) y la hace estallar en un "significado" en el horizonte, y a este sentido de la vida, se le aparece su "proposito de vida".
Horizonte-"vida"-sentido-horizonte-significado-proposito de la vida. El horizonte dá un proposito a la vida del no-creyente, asi el no lo conozca. Pero dejemos hablar al profesor...en esta introduccion a su conferencia, que espero, no perdermela.
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